El siglo XIX

En el siglo XIX, lo que producto del renacimiento, es el regreso a las culturas clásicas de Grecia y Roma: el humanismo y el individualismo imperantes, llegan a extremos insospechados a tal grado que la misma exaltación de estos pone en manifiesto su decadencia.

El regreso a lo antiguo fue una especie de búsqueda del origen. En estas fechas la cuestion del origen es muy importante. No por nada, la teoría evolucionista de Darwin es de ese siglo. La cuestión del origen de la música, o de la filosofía también son vueltos a tocar, aunque sin ningún resultado. El lenguaje, el movimiento, la música, las artes, la filosofía y el hombre tienen un origen común y no se puede quitar a uno de ellos sin que no se afecte a los otros. La cuestión del origen es pues un pseudo problema que no tiene solución, cualquier forma que intente dilucidar esta cuestión es inacabada, el origen siempre se escurre de las manos. Pero entonces los pensadores caen en la cuenta de que lo importante entonces es el fenómeno mismo, la existencia actual de estas manifestaciones, las cuestiones filosóficas o artísticas.